Ya no se puede más!

¡Ya no se puede más!!

Hemos salido de Ecuador la noche del 11 de Mayo con la inmensa ilusión de completar esta peregrinación que nos llevará de Lisboa a Santiago de Compostela. Con la adrenalina desbordándose inmisericordemente llegamos a Madrid el 12 de Mayo donde fuimos atendidos por Martín Muñoz, cercano amigo de Pietro.

Como no podía ser de otra manera, el plato del almuerzo fue unos riquísimos callos a la madrileña, cuyo habitual contenido de grasa es exactamente lo que nuestros entrenadores nos habían prohibido que ingiramos durante nuestra preparación.

A la noche llegamos a la bellísima y desconocida Lisboa y nos alojamos en Insulana, una modesta pero muy bien ubicada residencial en el casco antiguo de Lisboa.

Esa noche descansamos muy bien como para reponernos del jet lag por el cambio de horario (Lisboa está 6 horas adelante de Quito).

Los 2 siguientes días hemos estado preparando las bicicletas y organizando las respectivas alforjas con las que nos batiremos para llegar a nuestro destino. Muchas gracias a Tomás Sánchez, nuestro amigo bicigrino, quien nos envió desde España toda la indumentaria y accesorios deportivos que requeríamos. Gracias también a Pangea, la empresa especializada en el arriendo de las bicicletas y sus accesorios. En ese sentido, todo estuvo en orden a nuestra llegada a Lisboa.

Para ya ambientarnos en el medio portugués, hemos tenido el acierto de asistir a dos espectáculos de fado, la bellísima melodía típica de Portugal la cual, acompañada de cenas con bacalao, sardinas o atún, nos ha permitido adentrarnos más en las costumbres portuguesas.

En ambas ocasiones Pietro ha entrado a deleitar a los asistentes con sus canciones.

Aparte de sentirse muy orgulloso, el grupo se ha dado cuenta de que si nos llegamos a desfinanciar en el Camino, nuestro compañero nos podrá salir al cruce con sus habilidades musicales.

A propósito de Pietro, para la posteridad presentamos un hecho único que no se volverá a repetir: ¡el susodicho comiendo bacalao! Por supuesto, sin cebolla, sin ajo, sin lácteos. Un ejemplo de "adaptacao" de los bicigrinos.

Mañana, 15 de Mayo, empieza nuestra peregrinación y, ya no se puede más. La aceleración de nuestro ritmo cardiaco es indicación de que el día ha llegado, y las ganas, la ilusión, y esta constante sobreproducción de adrenalina hacen que, sencillamente, ya no aguantemos más!

La primera etapa es relativamente plana pero larga pues, Santarem, nuestro primer destino (si no nos perdemos ni una sola vez), se encuentra a más de 90 kms. de Lisboa.

Hasta mañana!